Desde hace décadas, y gracias a sus alegres y originales creaciones de caramelos de goma, la empresa familiar Trolli no ha dejado de influir en su sector en cuanto a innovación y diversidad. Con su encantador diseño y su delicioso sabor, los caramelos de goma Trolli se han hecho un hueco en los corazones de sus seguidores, tanto en Europa como en el resto del mundo.

La vida es demasiado importante como para tomársela en serio. Este lema está implícito en cada una de las bolsas de Trolli. Desde 1975, Trolli es especialista de las más locas y originales creaciones de caramelos de goma. Detrás de todo ello se encuentra la exigencia de Trolli en la búsqueda de las nuevas tendencias, la experiencia en el saber hacer y la conciencia por la calidad.

Todo empezó con la pasta

Willy Mederer, padre y ejemplo a seguir del dueño actual de Trolli, Herbert Mederer, comienza su carrera en el mundo de los dulces después de la Segunda Guerra Mundial con la producción de pasta y fideos. El sector de pastelería de la empresa comienza en 1948, ya que, tras la reforma monetaria, el racionamiento de azúcar fue retirado. Fue solo en ese momento cuando la pastelería pudo ponerse en marcha. Los clientes más golosos se vuelven locos con el fondant de menta, los sombreros de crema, los palos de crema y otras exquisiteces.