En el año 1.790, sobre las ruinas de un castillo llamado “de Negrales”, en una finca a las orillas del río Jarama y cercana a Madrid, una noble familia construyó su palacio de campo.
El palacio tuvo inicialmente cuatro torres, pero un incendio las destruyó parcialmente, y en su reconstrucción el edificio tomó su perfil actual.
La finca estuvo dedicada a la agricultura hasta el año 1.980. Y fue en el año 1986 cuando El Palacio del Negralejo empezó su actual andadura. Doña Laura Satrustegui Figueroa y Don Javier Acha Valle, propietarios de la misma, con muchísima ilusión decidieron unir El Palacio y la finca con su otra gran pasión, la gastronomía. Preocupándose especialmente de mantener la esencia del lugar que habían heredado.
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