La historia de la fábrica de papel J.VILASECA S.A. se remonta a principios del siglo XVIII en que el cirujano de Manresa D. Gaspar Vilaseca se instaló en el pueblo papelero de Capellades (Barcelona).
Su familia fue agrupando distintos molinos papeleros a lo largo de los años: Cal Mata, el más antiguo, fundado en 1714, Cal Separa, Cal Castells y Cal Tillo (1771). Los dos primeros han sido absorbidos por las modernas instalaciones de la actual fábrica, donde aún se conserva un pilar con la inscripción “1714” en la piedra original. Los dos últimos se conservan en perfecto estado junto a la fábrica actual, gracias a los cuidados de la actual dirección de la empresa.
Durante el siglo XVIII y buena parte del XIX, el papel se producía a mano y las fábricas de Capellades consiguieron un gran prestigio de calidad en el mercado peninsular e internacional. En 1889 las empresa José Vilaseca y Doménech inició su propia revolución industrial instalando una máquina semi continua de producir papel. Con esta nueva máquina comenzó una expansión tecnológica y comercial, que llevaría a contar con almacenes propios en México y Cuba.
Esta sociedad fue transformándose sucesivamente en Vilaseca y Bonastre; J.Vilaseca y, finalmente, en su actual denominación J.Vilaseca S.A. en 1932.
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