Nuestro origen se remonta a 1968, cuando Jaime Castellví creó la empresa en la que aún hoy sigue al frente. No era un hombre ajeno a la platería que quería probar suerte en el sector. Todo lo contrario, era un artesano que dominaba el buril y el martillo, cuyas creaciones se basaban en el buen gusto.
Pero siendo un hombre de carácter inquieto, exploró cómo la tecnología podría ayudarle a optimizar los procesos. Y como resultado, hoy Isabel Cabanillas es una empresa con una moderna infraestructura, que fabrica artículos de gran calidad a un precio competitivo y tiene presencia en todo el mundo.
Pero los valores originales, la delicadeza y el amor por la profesión, siguen presentes.
En cada diseño, buscamos ofrecer a nuestro cliente una creación única. Y cada vez que alguien recibe uno de nuestros marcos, joyeros o placas sabe que tiene entre sus manos una pieza de artesanía.
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