FRUMECAR, configurado como pequeño taller familiar, surge como proyecto empresarial en el año 1970. Con el transcurrir del tiempo, gracias a su empeño y su efectiva consolidación, consigue en el año 1979 su transformación en sociedad mercantil, adoptando desde entonces su actual denominación. No obstante, dado el tamaño y los medios existentes en la empresa en esa época, el enfoque empresarial todavía es el de un pequeño taller auxiliar cuyos servicios al cliente son limitados.

Sin embargo, en los siguientes años, FRUMECAR establece una estrategia de crecimiento basada en el concepto global de servicio al cliente. Este nuevo enfoque empresarial significa una profunda transformación en múltiples aspectos y marca una dinámica de trabajo basada en unos pilares fundamentales y con unos objetivos muy claros:

- Posicionamiento de la empresa dentro de la cadena de valor del sector.
- Empeño en la optimización de la calidad de los productos y mejora de sus distintos procesos de elaboración.
- Nueva filosofía de ventas y clientes a los que dirigirse en el futuro.
- Ampliación de mercado geográfico de actuación.
- Estudio y creación de nuevos productos y servicios.
- Creación y consolidación de la imagen de empresa y marca.

FRUMECAR, consciente de toda la problemática que envuelve al cliente del hormigón, ha desarrollado y potenciado de manera especial un completo departamento I+D en el que asienta sus proyectos, considerándolo pieza fundamental en su cadena de producción y engranaje principal para el objetivo del servicio integral. Este departamento unifica y armoniza las necesidades del cliente con los medios técnicos existentes, generando de este modo soluciones óptimas a la medida de cada cliente.