"Lo mejor de la vida son las ilusiones" decía Balzac y yo no quería perder las mías, así que con ayuda de todos los que confiaban en mí y en mis posibilidades las cuidé y las mime hasta que llegó el momento de presentarlas al mundo.
Poder crear a través del flamenco y su concepto más amplio y profundo, un medio de lenguaje que permitiera compartir mis inquietudes, deseos, miedos, sentimientos, etc. y de esta forma conocerme poco a poco, afrontando tanto las dificultades como las posibilidades; todo esto simplemente se resume en la necesidad de desarrollarme y crecer a todos los niveles.
Eva Yerbabuena
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