La historia propia empieza a forjarse cuando, respetando los orígenes, se comienza a andar sin miedo a avanzar. Esta ha sido siempre la vocación de Casa Sendra. La sabiduría de los mejores artesanos del salchichón, la obsesión por conseguir la perfección y la voluntad de imprimir un sello único, profesional y de calidad se unen para producir el mejor embutido del país.
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