Bodegas Burgo Viejo representa una nueva forma de entender Rioja, engarzando el orgullo de su centenaria tradición con un espíritu innovador que las sitúan en la vanguardia del siglo XXI.

Desde sus más de 200 hectáreas de viñedo propio repartidas por la Rioja Baja y tras un exhaustivo seguimiento por parte de los enólogos y técnicos de campo, llegan a la bodega situada en Alfaro las uvas de las variedades tempranillo, garnacha, graciano, mazuelo y viura en su estado óptimo de maduración. Allí, por medio de lo último en tecnología para vinificación, se extrae el máximo potencial aromático mediante la fermentación a temperatura controlada y largas maceraciones de los hollejos.

Solamente los mejores vinos obtenidos ganarán complejidad en barricas de roble y finalmente serán redondeados en botella para que evolucionen hasta adquirir toda su personalidad.

Nuestros viñedos se extienden por todo el término municipal de Alfaro, en las laderas del Monte Yerga en el fértil valle del Ebro. Esta extensa superficie proporciona gran variedad de suelos y microclimas, donde se desarrollarán con diversas peculiaridades las uvas de Tempranillo, Mazuelo, Garnacha, Graciano y Viura con las que se elaboran los vinos de Burgo Viejo.

En los viñedos de más de 30 años de media podemos encontrar tanto parcelas con recientes plantaciones de variedades de futuro (como es el caso de nuestra finca de Graciano ecológico) como viñas en vaso de la variedad Garnacha que datan de hace 90 años.

El hecho de que la práctica totalidad del viñedo sea propiedad de la bodega permite a nuestros técnicos tener un control continuo de la materia prima, y así poder reducir los rendimientos hasta el punto que se considere adecuado para obtener una óptima calidad, supervisar las viñas para evitar cualquier problema sanitario de la uva y decidir sobre el momento justo de la vendimia.